El acorralamiento de parte de la cúpula paramilitar en cárceles estadounidenses (contradicción en el establecimiento gringo) hace ‘cantar’ a uno de los líderes paras ante la maniobra de Uribe de aplicarles la extradición (contradicción en el establecimiento colombiano). Un ‘canto’ parcial que brinda pistas sobre los poderes que armaron y soltaron la jauría.
El 22 de marzo de 2009, Salvatore Mancuso Gómez, notable jefe paramilitar colombiano, envió desde su prisión en Washington una carta dirigida al presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez (1). En 26 páginas hizo, “con respeto, transparencia y humildad”, afirmaciones que constituyen testimonio de primera mano sobre asuntos de envergadura que han estado cubiertos por un manto gris de dudas y acuerdos políticos que, pasados varios años, todavía no se han hecho públicos (2). Pudiera ocurrir que esta carta constituya una inédita crítica a la política de “seguridad democrática” del gobierno Uribe, dado que permite hilar fino sobre aspectos nodales del problema y porque sale desde las entrañas mismas de una guerra insurgente y una reacción contrainsurgente que, según Uribe, “no existe”.
| http://www.eldiplo.info/mostrar_articulo.php?id=947&numero=81 http://www.eje21.com.co/index.php?option=com_content&task=view&id=15437&Itemid=2 |
